El diputado federal encabezó marcha contra el paquete fiscal impulsado por Calderón
Por cada multimillonario de México hay 260 mil pobres: Mario Di Costanzo
El contingente se pronunció por la eliminación de regímenes fiscales especiales para empresas
MAURICIO FERRER
La marcha concluyó con un mitin en la Plaza de Armas Foto: FOTO ARTURO CAMPOS CEDILLO
“No vamos a permitir que (Agustín) Carstens se siga comiendo una vaca a diario cuando sabemos que tiene asignado en la Secretaría de Hacienda un millón de pesos al año para alimentos”, así lo expresó ayer por la tarde el diputado federal por el Partido del Trabajo (PT), Mario Di Costanzo, en una marcha que reunió alrededor de 400 manifestantes y que concluyó en un mitin en la Plaza de Armas en el Centro Histórico de Guadalajara.
Di Costanzo y el legislador federal del PT por Jalisco, Enrique Ibarra Pedroza, encabezaron la protesta en contra del paquete fiscal impulsado por Felipe Calderón para el año 2010.
“¡Ni un impuesto más! ¡Ni un aumento más!”, fue el grito central de la protesta, en referencia al 2 por ciento de impuesto a una larga lista de cosas, según los diputados del PT: alimentos, medicinas, telefonías fija y móvil, conexión a Internet, por mencionar un puñado.
“Mi sueldo equivale al pago del uso de celular de un diputado”, rezaba la pancarta de una mujer, una pequeña gota del océano de gente, la mayoría proveniente de organismos civiles: ahí estaban los ex braceros liderados por el ex candidato del PT a Guadalajara, Gilberto Parra; las integrantes de asociaciones en pro de los derechos de la mujeres; los anuladores de votos marchando con su candidato Fidel –un perro pit bull que alcanzó fama en redes sociales del ciberespacio–; los de la Coordinadora 28 de Mayo; algunos barzonistas; los que asesoran a deudores de tarjetas bancarias y de créditos hipotecarios, y hasta los indígenas que siguen al llamado Padre Patillas, un activista conocido de Tonalá.
“Ni una coma vamos a aceptar de la propuesta del gobierno espurio”, expresó Mario Di Costanzo.
Y continuó con el rechazo a que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, siga devorándose una vaca cada día: “Por eso está tan gordo, al igual que Gómez Mont (secretario de Gobernación) que hoy sabemos que tiene asignado 3 mil pesos diarios para alimentos para su oficina”, aseguró el legislador.
Los números del sexenio calderonista en materia económica, según los petistas, hasta este 2009: un millón 800 mil desempleados en el país; 12 millones de mexicanos en el desempleo; 7 millones de jóvenes sin acceso a la educación superior; 221 millones de pesos el recorte al Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica; miles de millones de pesos perdonados de manera fiscal a grandes empresas, como los 38 mil millones de pesos que Cemex debe al fisco; 6 millones de pobres más en los últimos años; alrededor de 50 millones de mexicanos que viven hoy en la pobreza extrema.
“¡Sólo a un loco como Calderón se le ocurre enviar más impuestos al Congreso de la Unión! ¡No pasarán!”, advirtió la voz de un hombre mientras, al unísono, el resto respondía: “¡Ni un aumento más! ¡ni un impuesto más!”.
Y es que, según Di Costanzo, si el “maridaje” entre el PRI y el PAN aprueba la propuesta de Calderón en el Congreso de la Unión, 5 millones de mexicanos de la clase media pasarán a ser pobres. Y el panorama, nada alentador, de acuerdo con el legislador: la economía nacional no verá la luz sino hasta 2011.
“En este sexenio, por cada multimillonario de México, que son 26 en total, por cada uno de ellos hay 260 mil pobres”, detalló.
De ahí que, ayer, entre el tumulto de personas, circuló una misiva que será enviada al poder Legislativo de la federación con las firmas que se hayan impreso en la misma.
En ella, se solicita que se instale el plan B que el PT y el movimiento lopezobradorista han propuesto: 15 por ciento en la reducción de servicios personales, en seguro médico, en bonos, viáticos y demás beneficios de la clase política; y la eliminación de regímenes fiscales especiales a empresas como Cemex, Televisa, TV Azteca, Wal-Mart, entre otras. Con ello, el ahorro sería de unos 500 mil millones de pesos.
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